Todos tenemos prejuicios, estereotipos y suposiciones sobre las personas que son diferentes a nosotros. Incluso cuando intentamos ser “de mente abierta”, nos resulta complicado comprender las experiencias que otras personas están viviendo. Por eso, no es de extrañar que los niños con altas capacidades vean asociados a ellos estereotipos y prejuicios, que se propagan en nuestra cultura a través de muchos medios.
Por ello, es esencial que recuerdes que los niños con altas capacidades no buscan incordiarte con sus interminables preguntas, ni te están criticando cuando dicen que están aburridos. Muchos niños con altas capacidades pierden interés, se frustran con el contexto escolar y con sus logros, y sienten que libran batallas con sus compañeros por sus notables diferencias.
Además, muchos padres de niños con altas capacidades también perciben que les son puestas etiquetas cuando, desesperadamente, tratan de ayudar a sus hijos y proporcionarles una educación ajustada a sus necesidades específicas. El problema viene cuando estos padres o estos niños con altas capacidades no solicitan ayuda por temor a las reacciones que puedan encontrar en el equipo docente.
Entonces, ¿qué puedes hacer para abordar estos estereotipos?
- Reconoce que se necesita coraje y humildad para admitir que puedes tener estereotipos y prejuicios.
- Recuerda qué opiniones y decisiones del pasado sobre niños con altas capacidades y sus padres fueron incorrectas.
- Piensa en los contextos en los que se desarrollan los estereotipos y prejuicios y cómo puedes abordarlos.